jueves, 4 de septiembre de 2008

En el mar de Benda, en el sudeste del Archipiélago asiático

En el mar de Benda, en el sudeste del Archipiélago asiático, los pescadores emplean como cebo infalible el órgano fosforescente que cortan a un pez llamado Anomalops, ya que el apéndice sigue iluminado unas horas después de haberse arrancado.

monumento dedicado a un perro llamado Bobby

Hay en Edimburgo un monumento dedicado a un perro llamado Bobby, tan fiel a su amo -un pastor llamado el viejo Jock- que a su muerte permaneció junto a su tumba durante catorce años. Quienes visitaban el cementerio jamás vieron al animal alejarse de la sepultura.

Aunque sus ojos relucen en las tinieblas

Aunque sus ojos relucen en las tinieblas, los gatos no pueden ver en la oscuridad. El brillo se debe a que reflejan la escasísima luz ambiental por medio de una membrana llamada tapetum lucídum. También tienen un campo de visión mucho más amplio que las personas, y son muy sensibles a la luz ultravioleta, lo que les permite distinguir cosas que un hombre jamás vería. Durante el día, los gatos ven mucho peor que nosotros.

El candirú


El candirú, un pez de unos seis centímetros de longitud que vive en los ríos de Sudamérica, es el único parásito vertebrado del hombre. Se introduce por los orificios naturales de los bañistas y, una vez dentro, se engancha al organismo con unas púas que le salen de la piel, produciendo tremendos dolores en las personas afectadas.