Los resultados que se obtienen de la medición de una muestra de agua son menos importantes que las variaciones que se pueden observar durante un determinado periodo de tiempo. Por ejemplo, si usted mide el pH de un riachuelo cercano a su casa o su escuela y encuentra que el nivel es de 5.5, usted puede pensar que, "¡esta agua sí está ácida!" Sin embargo, un pH de 5.5 puede ser "normal" para ese riachuelo. Esto es similar a la temperatura corporal, que en mi caso personal lo normal es cerca de 97.5 grados Fahrenheit, sin embargo la temperatura corporal de 98.6 grados Fahrenheit en un niño que cursa el tercer año de primaria es "normal". Igual que en la temperatura corporal, si el pH del riachuelo empieza a cambiar, entonces usted puede sospechar que algo está ocurriendo que afecta la acidez del agua y posiblemente también la calidad. Debido a todo lo anterior, muy frecuentemente los cambios en la medición del agua son en realidad más importantes que los niveles de pH encontrados en determinado momento.
El pH no es la única medición de la calidad del agua que se puede llevar a cabo, también existen otras:
Temperatura pH Conducción específica Turbulencia
Oxígeno disuelto Hardness Sedimento en suspensión
El pH no es la única medición de la calidad del agua que se puede llevar a cabo, también existen otras:
Temperatura pH Conducción específica Turbulencia
Oxígeno disuelto Hardness Sedimento en suspensión
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