Estudiando los huesos de las extremidades de los primeros animales terrestres, investigadores británicos y suecos han descubierto algunas diferencias que podrían modificar lo que sabemos de las primeras criaturas terrestres de cuatro patas que salieron arrastrándose del mar para vivir en tierra firme. Según revelan en la revista Science Vivianne Callie, del Museo de Zoología de Cambridge, y sus colegas, la posición de los huesos superiores del brazo del Ichthyostega cambió lentamente mientras envejecía. Este hallazgo sugiere que Ichthyostega pasó más tiempo en el agua cuando era joven y después se mudó a tierra, lo que lo convierte en el tetrápodo más acuático del que se tiene conocimiento.
Hasta ahora los investigadores creían que Acanthostega era el animal terrestre más pisciforme en el registro fósil, pero el descubrimiento de la migración de las extremidades anteriores de Ichthyostega indica que éste debería ocupar una posición más profunda en el árbol evolutivo. De hecho, Callie concluye que estamos ante la evidencia fósil más primitiva de una transición entre entornos acuáticos y terrestres.
Hasta ahora los investigadores creían que Acanthostega era el animal terrestre más pisciforme en el registro fósil, pero el descubrimiento de la migración de las extremidades anteriores de Ichthyostega indica que éste debería ocupar una posición más profunda en el árbol evolutivo. De hecho, Callie concluye que estamos ante la evidencia fósil más primitiva de una transición entre entornos acuáticos y terrestres.
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